Lider o jefe

¿Líder o jefe? Conoce las diferencias y logra ser un buen líder

¿cómo lograr incentivar a quienes nos rodean, y llevar inspiración a cada lugar a dónde vayamos? Esta es una pregunta que solemos hacernos a menudo. En principio debemos saber que jefe y líder son conceptos muy distintos, y sus diferencias radican principalmente en el tipo de motivación que generan: a través del miedo o del amor.

Para descubrir qué diferencias hay entre líder y jefe, es importante llegar al final de este artículo.  

¿Cómo desarrollan su gestión los líderes y los jefes? ¿A qué modelo organizacional responde cada uno?

La divergencia entre estos tipos de gestión no es poca, y tiene una piedra fundamental: el líder logra motivar y dirigir a un equipo, sin tener la necesidad de imponer sus propias ideas. Por otro lado, el jefe representa una autoridad, que basa su autoridad en imponer su visión y hacer que sus empleados acaten sus órdenes.

Suele suceder que al pensar en empresas tradicionales, tengamos en mente a un jefe autoritario, encargado de dictar órdenes a sus subordinados. En cambio, solemos asociar a un líder con una persona que busca obtener resultados mediante el trabajo colaborativo y a través de jerarquías horizontales

Es importante destacar que si bien toda persona puede, con algo de experiencia, convertirse en un jefe, no todo el mundo logra convertirse en un líder.

Algunos contrapuntos entre líderes y jefes

Mientras los jefes tienden al abuso de la autoridad para desarrollar su actividad, el líder apunta al autoconocimiento. Así, reconociendo sus fortalezas y debilidades, forma un equipo en el que pueda delegar funciones que le resultan ajenas. El vínculo del jefe con los empleados suele ser de obediencia por temor, mientras que el líder genera un entorno de confianza y respeto

Esto está relacionado con la forma de manejar situaciones cotidianas del trabajo. Por un lado, la forma de un líder de lidiar con los problemas laborales y la rutina será de empatía y comprensión. El líder logrará solucionar los problemas sin exponer las fallas de un empleado en público, y con empatía hacia los demás. En cambio, el jefe ve a su equipo solo como el medio para conseguir los objetivos de la empresa. Así, sucede que las circunstancias personales no tienen ningún tipo de lugar para la visión de un jefe. 

Por otro lado, el líder busca inspirar a su equipo, haciéndoles saber que valora todo el proceso realizado en conjunto para alcanzar el resultado, aun si no se ha conseguido. El jefe, en contraposición, sólo valora que se llegue a un resultado positivo, sin tener en cuenta el trabajo realizado por el equipo. 

lider o jefe

Soy un jefe ¿Cómo hago para transformarme en un líder?

Lo más importante a la hora de comenzar el camino de transformación en un líder es darse cuenta que la empatía es fundamental para un desenvolvimiento armónico del equipo. Es importante no deshumanizar a cada uno de los recursos, y reconocer en ellos tanto sus fortalezas como sus debilidades. De esta forma se podrá coordinar un plan de acción que permita llegar a los resultados que buscamos. 

Ahora bien, aunque es importante ser comprensivos y cercanos al equipo, no se puede caer en el exceso de confianza, tanto por nuestra parte como por parte del empleado. Algo así puede traer perjuicios en el equipo, y en los resultados que buscamos. Es crucial encontrar un equilibrio.

No podemos olvidar además ser auténticos y mostrar nuestra verdadera cara. Que el equipo sepa que una de las cualidades más importantes de su líder es la autenticidad generará un clima de respeto y confianza mutua. De esta forma, será mucho más fácil llegar a los resultados deseados. 

Como conclusión, puede decirse que la diferencia entre jefe y líder la da la concepción inicial que se tiene acerca de la estructura de trabajo. Cuando graficamos en nuestra mente una pirámide en la cual los empleados funcionan como base, ubicamos al jefe en la cima. Por otro lado, al pensar en una estructura de trabajo horizontal podemos imaginar la labor de un líder que coordina las tareas pero sin imponerse.

A partir de los cambios dados en el ámbito laboral a través de los años, se puede deducir que en este momento son necesarios los líderes empáticos y comprensivos. Ellos serán capaces de identificar las fortalezas y debilidades de sus equipos y a partir de allí desarrollar las tareas y labores a realizar. 

Es necesario entender que un clima de confianza y respeto es la mejor forma de desarrollar un trabajo. Siendo parte de un ámbito con esas características se logra que el equipo esté motivado para conseguir los objetivos propuestos.  

¿Y vos, qué tipo de relación querés fomentar con tu equipo? ¿Ya decidiste si querés ser un jefe, o pensás iniciar tu transformación a líder?

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